01/01/2020
Estimado Presidente,
acogemos de forma sumamente positiva las declaraciones con las que el Ministro de la Universidad, Gaetano Manfredi, ha anunciado que las universidades reabrirán en septiembre con lecciones y exámenes presenciales.
Una didáctica mixta habría servido únicamente a privilegiar a los estudiantes que viven en las ciudades sedes de las universidades, en detrimento de todos los demás. Por esto apreciamos aún más las palabras del Ministro, que ha corroborado que la presencia física de los estudiantes en las Universidades es un valor que no puede ser sustituido por la didáctica a distancia: la Universidad es ese lugar extraordinario capaz de ofrecer múltiples experiencias educativas que se desarrollan únicamente en una dimensión de vida comunitaria que jamás podrá reducirse a encuentros virtuales o a un estudio solitario.
Dar prioridad a la didáctica a distancia representaría una derrota para todo el mundo académico, ya que habría implicado, en el fondo, la renuncia a la razón de ser de la Universidad misma.
Los estudiantes volverán a las aulas, a los laboratorios, a las bibliotecas: los procesos de aprendizaje son un diálogo personal entre profesor y estudiante y ni siquiera la mejor de las tecnologías logrará jamás reproducir dicha vivacidad, porque lo que es humano nunca puede sustituirse completamente, aunque a menudo lo olvidamos.
Sin duda alguna, la protección de la salud debe seguir siendo una prioridad absoluta. Sobre esto estamos seguros de que nuestras Universidades, dotadas de competencias científicas y profesionales que todo el mundo nos envidia, pueden elaborar un plan de regreso seguro y eficiente que garantice una didáctica “presencial” para la mayoría de los estudiantes.
Por consiguiente, esperamos que la posición del Ministro Manfredi sea acogida por todos los rectores de las universidades italianas. En caso contrario, además de una experiencia educativa limitada para los estudiantes, habría que evaluar también las repercusiones en el tejido económico que ya ha resultado tan duramente afectado por la emergencia sanitaria. El mercado inmobiliario, los bares, los restaurantes, las librerías: son numerosos los comercios que podrían sufrir aún más daños si una Universidad opta por un confinamiento prolongado.
Hemos compartido la lógica de detener las actividades durante la fase de emergencia, pero después de seis meses es necesario que nos alineemos a la posición del Ministro Manfredi: «es preciso mirar al futuro y volver a tener a los estudiantes en las aulas».
Avv. Prof. Vincenzo Salvatore
Presidente CCUM